Muchos de nosotros gozamos y aprovechamos la felicidad del viernes por la noche. Alegría que empieza a dar una colorida apariencia al fin de semana.
Después de esos largos cinco días de cansancios, amarguras y problemas que no parecen tener fin y tener frente a nosotros el viernes, no puede ser menos que un alivio.
El corazón comienza a tener un perfecto funcionamiento, el cuerpo toma un breve descanso, la mente se despeja de las preocupaciones y el alma toma un respiro profundo, con un solo objetivo, llenarse nuevamente con aventuras y experiencias inolvidables.
Por eso estos días de alivio tratamos de aprovecharlos al máximo y así entramos en el paraíso terrenal, que nos invita a planear fiestas, irnos de viaje o pasar un rato con amigos.
Pero primero, antes de todo esto, tenemos que cumplir el séptimo mandamiento de nuestro misericordioso Dios, honrando a nuestros padres para que nuestros días se alarguen y el fin de semana sea santificado.
Y hasta que el mandamiento se cumple haciéndonos los buenos hijos, al pedir plata , dar explicaciones y obedecer cuando nos mandan a dormir, el santo viernes se pasa y nuestro primer proyecto se destruye, pero las ilusiones siguen, falta el sábado todavía.
En nuestro sueño imaginamos recuperar el ambiente que planeamos el día anterior con la esperanza que ya tenemos parte de la plata “aunque sea para el bondi nos alcanza”.
Decir que el sábado pasa volando no es una exageración y los castillos que construimos durante la semana se van cayendo a medida que las horas pasan.
La tristeza que provoca hacer las tareas el sábado y el domingo, es realmente angustiante. La nubecita que se acerca anunciando el lunes, que cubre nuestro maravilloso día soleado.
Y así, la intranquilidad vuelve y aquel sueño se evapora, solo queda el consuelo de que siempre habrá fines de semana y, por lo tanto una oportunidad que llega cada siete días. En consecuencia es bueno saber que esos “viernes” no hay que dar rodeos, vueltas, ni explicaciones, porque así como dice la Bersuit “el tiempo no para”. Dulce Colque
5°3°IEM
La cátedra de Idioma Nacional y Literatura de quinto año del IEM UNSa posee este espacio de encuentro extraáulico para que los estudiantes intercambien experiencias personales, lecturas y escritura. De esa forma será posible conocerse más a fondo, como seres humanos, y compartir no sólo el gusto por la literatura y el arte en general sino también confraternizar. Está abierto también a cualquier interesado potencial.
martes, junio 02, 2009
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Un corto de los chicos de la promo 2007
Este es uno de los productos del taller de cortos de este año en Idioma Nacional de sexto. Espero que les guste. Les cuento que se basó en un poema de Alejandra Pizarnik y el guión y la actuación y todo pertenece a Valentina Ovejero Arauz y a Carolina Cañazares.
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