miércoles, diciembre 03, 2008

“Monotonía”

Por: Néstor David Medina Ballón

Después de abandonar a su hija a la deriva por la vida, ella comenzó a deambular por lugares que ni nadie podría recordar, tratando de olvidar esos tristes recuerdos que la agobiaban.
Día tras día, amanecía en una habitación distinta con una leve sensación de que algo muy importante le faltaba en su vida.
Así fue como la conocí, en un tren que no tenía destino alguno para ella, iba con una mirada vacía, como si ya nada le importara, me pareció extraño porque anteriormente cuando vine en busca de su hijo, su mirada era diferente, algo había cambiado, esa chispa que se encuentra dentro de ellos, se había esfumado dentro suyo.
Cada vez que se terminaba el recorrido del tren, ella bajaba, como si fuese una reacción involuntaria, y comenzaba la búsqueda de un lugar para pasar la noche; Para subsistir realizaba cualquier tipo de trabajo, aunque eso implicase entregar su cuerpo. Y así comenzaba la rutina de cada día, despertaba desorientada en un lugar distinto al llegar los primeros rayos del sol por la ventana, se arreglaba lo necesario para salir, dependiendo de la estancia en la que se alojaba, realizaba diversas tareas que se le encargaba, para así ella poder ganarse algo para comer o hasta aveces ganar un dinero extra, para así largarse y no volver mas a ese lugar, luego se subía al primer tren que lograba conseguir en la estación, y así sucesivamente.... el tren se detenía, ella se bajaba, buscaba alguna estancia para pasar la noche, despertaba, realizaba uno que otro trabajo, comía, y de nuevo al tren.
Hasta que un día, de muy bajas temperaturas (nevaba y había mucho viento)el tren se tuvo que detener porque unos árboles se habían volcado sobre las vías del tren, la interrupción había durado varias horas. Ella se había percatado de que el tren estaba detenido mucho tiempo y esa reacción involuntaria se apoderó de ella, pensando de que se encontraba en un pueblo, bajo del tren y se fue caminando, pasaron horas. Fue tarde cuando se dio cuenta que se había alejado ya bastante de cualquier rastro de civilización, cuando la vi devuelta estaba de un color azul de tanto frió, tenia los segundos contados, una extraña sensación pasó por mi ser, parecía como si me pudiera ver, aunque eso es extraño ya que los vivos no pueden notar mi presencia, pero no obstante no la ignoran. Abrió los ojos lentamente, como un reflejo de sus últimos tiempos de vida, ¿Me miró? Y dijo: Perdoname Liesel por abandonarte, nunca quise que terminara así.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

DAVID ME GUSTO MUCHO COMO DESCRIBISTE TODO Y ME PARECE QUE TE PUSISTE MUY EN EL PAPEL DE LA MADRE DE LIESEL Y POR ESO PUDISTE EXPRESAR MY BIEN COMO FUE SU VIDA DESPUES DE ABANDONAR A SU HIJA Y LAS ULTIMAS PALABRAS QUE DIJO ANTES DE QUE SI VIDA SE EXTINGA...SEGUI ASI
MAIRA MENDOZA 5º2º

Anónimo dijo...

me gusto mucho!
david: describiste muy bien los sentimientos de la madre de Liesel. Probablemente asi debe sentirse una madre cuando abandona a su hijo...
realmente me gusto mucho como te expresaste.
creo que tenes capacidades para escribir..aunque no sea la mas adecuada para decirlo.
besos

fernanda 5º 2º

Anónimo dijo...

hola mi señor david.. buerno te queroa decor q ta muy buena tu historia y q me gust muchisimo como la narraste.. me gusto en el papel q te pusiste.. y dejame decirte q tienes un lindo lado femenino.. ( poeq realemnte hay q ponerse en el papel de una mujer para contar algo jaja) ,, bueno te dejo Y Felices vacacioesssssssss. Anita

Un corto de los chicos de la promo 2007

Este es uno de los productos del taller de cortos de este año en Idioma Nacional de sexto. Espero que les guste. Les cuento que se basó en un poema de Alejandra Pizarnik y el guión y la actuación y todo pertenece a Valentina Ovejero Arauz y a Carolina Cañazares.