jueves, julio 02, 2009

Las tormentas siempre están presentes pero después de toda tormenta siempre llega la calma así es como muchos de nosotros denominamos los días de semana tormentas y calma llamamos el fin de semana y vaya que tenemos tranquilidad comenzando desde el día viernes a la noche donde gozamos el alivio de decir mañana no vamos a clases por ejemplo o simplemente de saber que quizás podamos dormir hasta tarde.

Después de cinco días donde sabemos que hay que hacer tarea para el otro día, estudiar, y ayudar en los quehaceres de la casa nada causa mayor placer que llegar al sábado.

Quizás no sea tonto pensar que en esta sociedad la sensación de finalizar la semana de estudio, trabajo, etc. Nos pueda causar mayor deseo de felicidad, donde la ansiedad de que pasen las horas para llegar a descansar de tantas cosas y problemas, nos da la emoción de saber que ese día tan buscado siempre llegara por pesada que allá sido la semana.

Por supuesto que este alivio del viernes a la noche, no es más que una forma de decirse que hay un tiempo libre, un recreo en nuestra vida cotidiana. Donde tomamos el fin de semana como una celebración. A esta se la toma como una reparación de todo los tormentos que se reparten de lunes a viernes.

El alivio de llagar al finde causa esa misma calidez de llegar con tanto entusiasmo a la fiesta de año nuevo, el cumpleaños de uno de mismo (en ocasiones), los días antes de las vacaciones, esa emoción de poder ir de viaje donde uno quiere, las horas previas a salir a bailar , que en efecto causa sobre todos nosotros.

Por esto el vienes a la noche es un momento de indudable emoción, el cual causa conmoción. El tiempo pasa y pasa y muchas cosas quedan atrás, muchas cosas se convierten y otras simplemente ni en cuenta la tenemos pero ese anhelo que causa el viernes es una experiencia única de cada viernes. Es esa sensación de decir hasta dentro de cierto tiempo no hay obligaciones ni preocupaciones al fin llega ese descanso que todos creemos tan merecido lo tenemos. Este día *viernes* nos hace sentir que recuperamos ese paraíso alguna vez perdido.

Plasmando el histórico dicho de nuestros padres: estudia o no vas a ser nada en la vida, pretendemos que la llegada del viernes sea el no menos según nosotros, justo fin de semana.

Con el viernes que se va, llega en suma, la deliciosa posibilidad de negar, por dos días, nuestra incansable condición de marginados del edén. En el cual ese lindo paréntesis en el que nos damos cuanta que acabo nuestro fin de semana, nuestras 48 horas de descanso, donde tenemos que volver con los pesares de la vida cotidiana.

No diría que es lo peor que nos pueda pasar. Pero entonces ¿Cómo entender los efectos que causa la sombra del día lunes? ¿Esa suave tristeza que nos envuelve en el fin del domingo?

A medida que se pasan las horas nuestra torre de sueños se nos cae y nuestro tan esperado viernes a la noche va quedando en el olvido y ese fin de semana tan preciando se evapora insensiblemente.

Estemos donde estemos: hagamos lo que hagamos la sombra del lunes igual nos alcanza.

Y es así que pese a nuestro sacrificio de obviar nuestra responsabilidad del día lunes, el igual llegara y tendremos que continuar con nuestro repertorio.


Dorado Sofia 5to 2da

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Un corto de los chicos de la promo 2007

Este es uno de los productos del taller de cortos de este año en Idioma Nacional de sexto. Espero que les guste. Les cuento que se basó en un poema de Alejandra Pizarnik y el guión y la actuación y todo pertenece a Valentina Ovejero Arauz y a Carolina Cañazares.